Facebook y Wall Street, ¿una combinación peligrosa para el usuario?

Las discusiones sobre la salida de la red social a Bolsa se enfocan ahora en cómo afectaría esto la experiencia del usuario
La mano de nuevos inversionistas podría obstaculizar la visión de Zuckerberg, según expertos (AFP ).
La mano de nuevos inversionistas podría obstaculizar la visión de Zuckerberg, según expertos (AFP ).
(CNN) —
¿Te gustaría que Facebook y Wall Street se hicieran amigos?
En los últimos dos años, el potencial de Facebook para salir a la bolsaha sido muy discutido en los círculos tecnológicos y financieros, con más y más teorías sobre que el gigante de las redes sociales se convertirá realmente en una mercancía negociada públicamente.
La especulación se reencendió esta semana. Entre el parloteo acerca de los reportes financieros y las ofertas públicas iniciales (OPI), ha surgido otra pregunta: ¿Qué significaría eso para el usuario promedio de Facebook?
The Wall Street Journal citó esta semana a fuentes anónimas diciendo que Facebook está “cada vez más cerca” de una oferta pública, en primavera o a principios del verano, la cual valuaría la empresa en más de 100,000 millones de dólares. Esto es más del doble del valor de instituciones tecnológicas como Hewlett-Packard Co. y 3M Co., según el reporte.
Un portavoz de Facebook declinó hacer comentarios para este artículo.
El peor escenario
Algunos dicen estar preocupados de que, cuando las participaciones en acciones comiencen a llegar al mercado, el ingenio que construyó Facebook desaparezca.
El escritor de TechCrunch, Josh Constine, no fue nada optimista en un mensaje claramente titulado: Por qué los accionistas codiciosos y una OPI de 100,000 millones de dólares podrían lastimar a Facebookdonde argumenta que si Facebook tiene accionistas, el sitio sería menos libre para innovar y tendría que dar más importancia a las ganancias que a la experiencia del usuario. En otras palabras, podría significar que más anuncios aparezcan en las páginas de los usuarios, por ejemplo.
“Los accionistas externos podrían disminuir la visión y el impulso de Facebook”, escribió. “Ellos podrían presionar por rendimientos más veloces, y presionar a la empresa para mostrar más anuncios, para convertir lo móvil en una fuente de ingresos directa, y jugar a lo seguro con el producto. Esto puede producir beneficios a corto plazo, pero podría obstaculizar lo que Mark Zuckerberg ha construido en un servicio de comunicaciones clave para el mundo”.
Constine citó cambios en Facebook, como el News Feed (flujo de noticias). Es difícil de imaginar ahora, pero en 2006, cuando la función central del sitio se lanzó, fue un cambio radical. Y la gente la odiaba.
Si el precio de las acciones a corto plazo hubiera sido la principal preocupación del sitio en ese entonces, dice, Facebook podría haber dudado en hacer un cambio así.
“Los cambios que alteran el comportamiento del usuario y le piden a la gente ser más abierta podrían causar caídas temporales en los precios de acciones, que (los accionistas) no quieren”, escribió. “En cambio, podrían convertir a Facebook en Microsoft, frenando la innovación y haciéndolo vulnerable ante los competidores más ágiles”.
El mejor precio
En ReadWriteWeb, Marshall Kirkpatrick tuvo una visión más animada, escribiendo que un interés de Facebook por dinero nuevo podría ser bueno para la innovación. “¿Por qué? La salida a bolsa de Facebook podría significar más y mayores adquisiciones de emprendimientos, más apoyo para las nuevas empresas y una inyección de experiencia e inversiones inteligentes en experimentos tecnológicos radicalmente nuevos”.
Sucharita Mulpuru, analista de Forrester Research, que se especializa en el comercio en línea, concuerda con parte de ambos argumentos.
“El mayor contra de la salida a bolsa es el escrutinio trimestral de los inversionistas y la presión que eso coloca en las metas a corto plazo”, dijo a CNN. En un entorno financiero dominado por reportes de ganancias trimestrales, dijo, no sería suficiente que Facebook ganara dinero. Para mantener feliz a Wall Street, continuamente tendría que ganar más dinero que el ganado el trimestre anterior.
“El impacto en los usuarios es que Facebook se enfrentará a una importante presión para crecer trimestre a trimestre; podrían degradar la experiencia del usuario si la manera de lograrlo es atacar con más anuncios inútiles”, dijo. “Con el tiempo, el mayor desafío para Facebook será el de continuar atrayendo a usuarios y no enajenarlos”.
¿Y qué hay de esa etiqueta de 100,000 millones de dólares? Ella dice que no está fuera de la cuestión.
“Incluso Groupon, que es terriblemente rentable y tiene un modelo de negocios cuestionable, ahora tiene una capitalización de mercado de más de 10,000 millones de dólares”, dijo. “¿Tiene Facebook un valor 10 veces mayor que eso? Sí, porque hace mucho más dinero que Groupon, tiene muchos menos empleados, un equipo de gestión fuerte y un mercado objetivo claro en la publicidad gráfica.
“Por otro lado, vale más Facebook que Google, o que una tercera parte de Apple? Eso está por verse. No estamos exactamente en un mercado racional en estos momentos”.

Facebook, en aprietos por un estudiante que solicitó toda su información


La red social guarda las conversaciones privadas, los temas y estatus que te han gustado y hasta publicaciones eliminadas

Max Schrems posa con las 1,222 páginas de información que tiene Facebook sobre él. De todos modos, mantiene su perfil en la red social (EFE).
Max Schrems posa con las 1,222 páginas de información que tiene Facebook sobre él. De todos modos, mantiene su perfil en la red social (EFE).
VIENA (EFE) — ¿Qué sabe Facebook sobre mí? Una batalla personal de un universitario austríaco empezó con esta pregunta y terminó obligando a la mayor red social del planeta a mejorar los términos de privacidad de cientos de millones de sus usuarios.
En el caso del estudiante de Derecho, Max Schrems, de 24 años, fueron 1,222 páginas en un CD con datos personales divididos en 57 categorías, como aficiones, gustos, opiniones religiosas, y un largo etcétera, lo que lo impactó.

Entre los datos, acumulados durante sus tres años en la red social, le alarmó que aparecieran informaciones y conversaciones que había borrado, pero que Facebook no eliminó definitivamente, las siguió conservando en sus archivos digitales.

"Cuando se elimina algo de Facebook, todo lo que sucede es que te lo esconden para que no lo veas", explica Schrems. "Cada vez que le escribes a otra persona, en realidad son tres, Facebook siempre está presente".

La red social analizó de forma sistemática todos sus datos sin pedirle su consentimiento, incluido su parecer cuando apretaba el botón me gustano sólo en la red social sino en cualquier página digital con ese plug-in.

"Facebook sabe más de nosotros de lo que la Stasi y la KGB (la policía política de la Alemania comunista y la Unión Soviética) sabía sobre cualquier ciudadano normal", reflexiona.

Schrems sostiene que lo que la empresa ofrece (mediante una descarga) a sus usuarios como su "archivo personal" no es toda la información que atesora sobre ellos, sino la que se ajusta a las leyes locales.

Sin embargo, su insistencia a través de numerosos correos hizo que a él sí le diesen toda la información. "Un error" que expuso a la empresa, sostiene.

El archivo (que puedes consultar aquí) fue la clave para iniciar un pulso con la empresa que se prolongó en 22 reclamaciones ante el organismo irlandés para la protección de datos (DPC), que acabó dándole la razón la semana pasada.

La sede internacional de Facebook —que agrupa a todos los usuarios salvo los de Estados Unidos y Canadá— se encuentra en Dublín, lo que implica que la compañía debe cumplir con las leyes europeas de protección de datos, que son más estrictas que las estadounidenses.

Después de una investigación de tres meses por parte de las autoridades irlandesas, la red social se comprometió el pasado miércoles a mejorar la privacidad de los cerca de 500 millones de usuarios que dependen de las oficinas de la empresa en Dublín.

Las mejoras que Facebook aplicará incluyen una mayor transparencia en la gestión de las informaciones personales, como impedir utilizar una imagen del usuario para fines comerciales sin su consentimiento y eliminar la información que la red social obtiene a través del botón me gusta, entre otros aspectos.

También se limita el tiempo que Facebook puede conservar información sobre la navegación del usuario, como, por ejemplo, las búsquedas que ha hecho y cuándo utiliza otros plug-ins.

Dentro de seis meses, otro informe de las autoridades irlandesas evaluará los progresos y se hará también público para mejorar la confianza de los usuarios, algo que aceptó Facebook.

Schrems califica estas medidas "un primer paso en un largo camino", aunque no ocultó su alegría porque se trata de cambios más importantes de los que se habían hecho en el pasado.

¿Pero cómo es posible que esas mejoras en la protección de datos  solo se hayan producido por el empeño personal de un ciudadano corriente?
"Las leyes europeas son muy buenas, pero falla su aplicación. También es una cuestión de recursos. La oficina irlandesa de protección de datos tiene 20 miembros y Facebook es un gigante que gestiona información de millones de personas", responde.

Schrems reconoce que Facebook "no ha abusado del enorme poder que le da tener semejante información sobre millones de personas. Pero lo problemático es que exista algo con tanto poder sobre la gente".

Conservar y analizar semejante montaña de datos pueden tener "un gran potencial para crear problemas", sostiene el joven austríaco, en caso de que se produjese, por ejemplo, una filtración por un ataque informático.

Aunque pueda sorprender, este estudiante no ha renunciado a su cuenta de Facebook, por un lado porque tiene a muchos amigos con los que perdería contacto, y por otro porque "es la empresa y no los usuarios la que tiene que cambiar", asegura.